La última carta a Paco Palacio






Paco: Eras el único de mis amigos actuales que no tenías Internet.
Y hacía años que no te escribía, nos visitábamos en verano, nos llamábamos en Navidad.
Pero estas navidades te escribí, a mano, como en otro tiempo, cuando mis cartas te informaban de los acontecimientos importantes de mi vida como la sorpresa del parto de mis hijas mellizas o el robo en nuestra casita de Saja. Con el tiempo, supe que mis cartas te conmovían y que tú las guardabas y compartías con los muchos amigos que en tertulias nocturnas desfilaban por Luriezo. Y es que tu casa, las casas que te he conocido (Guarnizo, Santander, Luriezo…) en nuestros 40 años de amistad, siempre estuvieron abiertas: sin llave (recuerdo cuando poníais una caja de vino por dentro para que no se abriera la puerta con el viento) y sin horario.
Los que admiramos esta capacidad de compartir que tenías, de aglutinar a tu alrededor tanta gente interesante, de facilitar los proyectos propios y cercanos como si fuesen tuyos, de sentirnos escuchados, queridos, admirados… siempre llevaremos tu voz, ronca y profunda, en nuestro corazón.
Hoy, cuando he querido ver si los periódicos de Santander recordaban al fundador del Colegio Altamira, al alma del “Antón Pirulero”, del que Anaïs heredó un viejo saxofón que hoy miro con un cariño especial, al promotor de tantos viajes en bicicleta con sus alumnos (algunos que yo compartí, como la ruta del Románico por Castilla, en aquel lejano año 74… y que después se fueron organizando hasta completar el largo recorrido del Camino de Santiago...) del fundador de un Albergue tan entrañable como el “Beatus Ille” –bien recuerdo cuando buscabas el nombre-, sede de actividades inolvidables… pues esta noche, cuando he tecleado Paco Palacio en el Google, sólo me he encontrado con tu esquela. Y es que, aunque el empeño o las circunstancias no nos haya incluído en esa herramienta potentísima de comunicación que es Internet, y de la que yo soy defensora, al final acabamos saliendo, me apena no poder recuperar ahora en la red, tantas ilusiones pedagógicas contrastadas, mientras disfrutábamos un vino en tu camilla, frente a la chimenea, en aquel ventanal tan especial de vuestra ubicación en Liébana. Hoy me apena no ver fotos de campamentos, libros y diarios de viajes y encontrarme sólo con la esquela ...
Pero aún puedo esperar la respuesta a mi última carta porque iba dirigida a Gabriela y Paco Palacio, tandem indivisible en los últimos veinte años. Y porque Gabriela entró no sólo en tu vida sino también en la de todos tus amigos, porque si mucho te quiso a tí, también tus amigos nos sentimos, desde que la conocimos, muy queridos por ella.
Así que, a pesar de Internet... seguiré esperando al cartero, como una adolescente, para saber si mi última carta la leíste o te la leyeron, si te gustó, si te reíste con la muerte de mi telefonillo ahogado en orina o te emocionaron las palabras de agradecimiento de Inés, dedicadas a las mujeres importantes de su vida. Para saber si contestaste -con tu letra bien ligada que tanto me gusta y con la que me has dedicado muchos libros- o si lo tenías pendiente para este 2012, quiero pensar que quizá no la echaste al correo porque no tenías sello…
Creo que cuando vaya a Cantabria, volveré a Luriezo, como cada año, igual que vuelvo a la tierra de mis padres aunque ya no estén. Porque siento que algo de los que estimaste, perdura en el paisaje que nos sostiene.

Madrugada 19 de enero de 2012

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo he hecho el mismo como usted.. he puesto el nombre de Paco en google y solo encontraba ahora tu carta.
Gracias por tus recuerdos, por tus palabras.

Un de los amigos que ha tenido la suerte, durante algunos años, de conocer a Paco, un hombre tan maravilloso

Un cordial saludo
F

Anónimo dijo...

Me alegro de haber encontrado tu carta a Paco estoy segura que mas gente ha buscado en internet algo sobre nuestro 'buen" Paco, con tan buena memoria y una persona tan entranable. GRACIAS PACO

Mónica A. dijo...

Yo también conocí a Paco. Mis recuerdos son tan entrañables que me reconforta ver la cantidad de gente que le recuerda como yo. Esailusión por el saber también se lo ha pasado a mi hijo de 13 años, pues para él subir a Luriezo era una experiencia maravillosa.
Gracias Paco, "Grande" Paco como lo veíamos de peques en el cole, nunca te olvidaremos.
Otra alumna del cole.

Maena Azofra dijo...

BEATUS ILLE… Dices que a Paco le costó encontrar el nombre, pero cuando ya lo tuvo, consiguió lo más difícil: llenar de vida ese refugio idílico donde muchos aprendimos tanto sobre la amistad, la naturaleza… Siempre bajo la sombra protectora de aquel imponente dire de enormes biglotes y ojos tan profundamente azules. BEATUS SEMPER, Paco. BASIA MILLE.
Maena, otra alumna de Altamira

Catalina i Guiem dijo...

Recordam amb molta gratitud l'acollida que ens va fer en Paco i la seva parella quan fórem hostes de "Beatus Ille" ara fa ja 13 anys. Amb sentiments de joia i 'amistat el tenim present. Salutacions.
Catalina i Guiem

Anónimo dijo...

Qué lástima, me acuerdo del campamento, pintando el monte desde su balconcito, de las grandes mesas del comedor (que me parecían inmensas) de las carreras de sacos en las habitaciones, de los muebles de madera y el crujir de los peldaños, de un baño con lavabo de porcelana con florecitas, de una noche en un atico precioso, de su perra Jacinta, que nos daba con la manita cuando durante un segundo dejábamos de acariciarla, de Paco rodeado de libros, revistas y publicaciones, junto a la chimenea. Me hubiera gustado conocerle más...

Nati de Grado dijo...

Si, es gratificante ver con que cariño le recordarán los que tuvieron el privilegio de conocerle.Los más cercanos (Gabriela, Nando Agosti... me habéis llamado por teléfono, muchos habéis contestado a mi correo personal, otros habéis dejado aquí vuestras palabras, para compartir entre amigos...Paco Palacio junto a Ramón Viadero, Chus Ubalde, Alberto Pico, Alfredo Peón, Aurita... fuisteis como dice mi hermano Mauricio los profesores de la vida que nos ayudásteis a los entonces jóvenes, a encontrar nuestro camino. Gracias.

Peña Prieta dijo...

Tuve la suerte de conocerte, de compartir contigo y con Gabriela muchos buenos momentos junto a tu lumbre, viendo pasar las nevadas, disfrutando como niños y hablando de piedras, ríos y águilas. Ayer volví a Luriezo, por primera sentí la soledad en este bello rincón lebaniego, es como si su armonía estuviera de duelo. Gracias Paco, y gracias Gabri, por todo.

Anónimo dijo...

Conocí a Paco en 1983.Llegué a su casa siguiendo a su 4x4 desde Potes, donde me esperaba.Y a cada curva del camino,la belleza del lugar me emocinaba más.
Mi intención era pasar unos dias en su casa para conocer la zona, pero, como él decía, "posé la maleta" y me quedé casi un mes.Después volví todos los veranos durante bastantes años.
Paco sólo me enseñó cosas guapas: Liébana,sus interesantes amigos,sus sucesivos perros con los que disfruté en mis paseos,la buena gente de Valle "estrechu" el canto del cárabo,un maravilloso mar de nubes,el placer de la conversación y las risas delante de la chimenea, muchas noches hasta el amanecer.
Siempre estará en mi corazón