Tengo mi cuadernillo de campo, donde hago el diario, donde apunto las palabras en quechua y los nombres de los árboles que no conozco... pero aquí en el blog sólo voy a escribir impresiones generales y no intimidades.
Viajamos el sábado 11 de setiembre sin ninguna prevención por la fecha, y como nosotros cientos de pasajeros, en la madrugada, casi perdemos el avión a Madrid, Son San Joan estaba cargadito, antes de las 7h. solo facturaban en IB dos personas y luego el control de seguridad fue más de los 20 minutos que ya vienen siendo habituales...
En Madrid nos sobraron un par de horas, menos mal! porque ahora ya no hay solo la lejanía de la T4 ahora esta la T4 Satélite con tren lanzadera, toda una novedad para los que aún somos de pueblo.
Aguantamos las 11 horas de inmovilidad comiendo todo lo que nos dieron, conversando, escuchando música (gracias que los auriculares te aislan en tu música de las espantosas y violentas películas de acción que siempre eligen para aviones y autobuses, me gustaría hacer una queja general: casi nunca en mis años de viajera, me ha tocado una peli tranquila, interesante, documental, romántica o musical.....)
La llegada al aeropuerto de Lima cruzando los dedos para que la bolsa que llevábamos a Victor no nos la hiciesen abrir y se cobrasen en chorizos o en multa la infracción de no poder introducir cosas de comer. Tocamos el botón y tal como se espera de la suerte, salió verde. Nuestro capellán nos estaba esperando fuera con coche y todo, !qué suerte! ya era de noche, mucha policía a la puerta del aeropuerto, un tráfico suicida... enfilamos para San Juan de Lurigancho, quilómetros de periferia, centenares de personas, de tienditas de comida, de carpas, de peluquerías en chiringuitos abiertos... hasta llegar directos a su parroquia donde la gente le esperaba para la Misa.
Los días deLima fueron de descubrimiento de una ciudad monumental llena de Iglesias de oro, de edificios coloniales, museos, mercados y bibliotecas. El Museo Antropológico y la Biblioteca Nacional con su sección infaltil me cautivaron, La Punta, Barranco y Miraflores son lugares donde uno se quedaría... Fue una suerte compartir charlas y comidas con Liliana, y visitar el centro para niños y jóvenes del que Esmeralda me había hablado tanto, conversar con Sofía y Oswaldo en el CEDET, afroperuano... y eso que al final nos fallo el contacto de "la casa del artista".....dice Karen que siempre hay que dejar algo pendiente para tener motivo para volver a un lugar...también hemos visto como malviven millones de personas en los barrios periféricos y en los cerros, subimos con Víctor en su coche, tenía que visitar los Comedores Sociales... son realidades que desde nuestro país de origen, aunque sabemos que eso existe, te sacude cuando lo ves... y ha sido interesantísimo estar unos días alojados en su casa de San Juan de Lurigancho, la municipalidad más grande de los alrededores de Lima y la más peligrosa. Con precaución pero sin problemas nos hemos movido en bus, en combi y por el barrio en chorotaxi y hasta en bici. En un futuro, en la casa parroquial nueva tendrán sitio para alojar a estudiantes o viajeros especiales... quien va a querer venir aquí? nos preguntó él que lleva 20 años dedicando su energía y su esperanza a los más desfavorecidos... las tertulias de la cena nos nutrieron bien de información .
3 comentarios:
El aeropuerto de Madrid es la prueba de fuego de cualquier viaje. Hay que tener una paciencia infinita y un pequeño grado de santidad para poder soportarlo.
Por favor, los que rayamos la mesa con los dientes (se están poniendo largos) queremos más detalles del viaje.
Besucos.
Huye de Lima en cuanto puedas.
Huye de Lima en cuanto puedas. Segundo aviso.
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