Lisboa, que mal te tratan...

De nuevo salimos retrasados con Easy Jet -creo que es habitual- el avión llegó una hora tarde, pero a las 13h. ya estábamos en el aeropuerto de Lisboa, en el aerobus fuimos al centro... de los alojamientos reseñados en la guía Marco Polo, optamos por el que decía "para valientes" "solo para los que saben renunciar al confort y valoran el silencio y la panorámica"...Subiendo, subiendo nos pasamos y llegamos arriba de Alfama, al Mirador de Gracia sin haber encontrado a pesar del plano, la Rua de la Costa del Castelo... primero tomamos cerveza, después nos instalamos a comer y cuando mostré al dueño la referencia me dijo ¿seguro que queréis alojaros allí? no sé si tendrán sitio, es puente... es de un amigo mío le puedo llamar por teléfono... con el estómago entonado por el bacalao, mi capitán dejó de poner mala cara y cuando llegamos, nos gustó la calle, la entrada (veníamos de zona cutrísima, sucia...) y cuando superamos cien escaleras más y nos instalamos en la hab 14 ¡que sentimiento de felicidad, de paz, que vista de Lisboa!... como para no salir del cuarto.
Hemos pateado la ciudad atractiva aunque sucia y descuidada (una sola persona trabajando en la colocación de los adoquines) hemos notado mucha diferencia, en el 97todo lo preparaban pulcro y mimado para la Expo, da la impresión de que nada se ha vuelto a pintar desde entonces, el barrio de Alfama y el Barrio Alto están muy degradados, las basuras se amontonan en callejas y escalerinhas restando valor al tipismo, la gente procedente de las colonias, siempre presente en Lisboa se han multiplicado y los hombres negros permanecen agrupados en las plazas céntricas... buen ambiente de convivencia a pesar de todo.
Y fuimos a Oriente esa estación de metro donde Calatrava se lució. Es espectacular pero tampoco está mimada, el vidrio no se ha limpiado nunca y acero inoxidable está lleno de chorretones,hay estalactitas provocadas por las goteras (llueve intermitentemente pero fuerte) y hasta estalagmitas en el suelo.... y ver tanta miseria y cerca tanto derroche es una bofetada difícil de justificar.

1 comentario:

Almudena dijo...

¡Envidia de viaje! Ya que estás en ese barrio no olvidéis ir a ver a Pessoa y tomaros un café frente a él.

¿Verdad que es una pena que una ciudad tan hermosa esté tan abandonada y sucia?

Por cierto cuando vayas a a ver los Jerónimos no olvides que su constructor, Joao Castell era realmente Juán de Castillo. De Castillo 7 Villas, mi pueblo ¿Lo sabías?

Besucos a los dos.