Este año para el conciertito del cumple del capitán, elegimos a Jesús de Monasterio que además de nacer el dia que comienza la primavera fue niño prodigio con su diminuto violín por las cocinas lebaniegas del siglo XIX y con su stradivarius por las salas de conciertos europeas o el conservatorio de Madrid donde fue director. Un recuerdo lleno de orgullo y emoción para este cántabro genial que supo ser humilde y solidario en el entorno en el que vivió, querido y respetado como descubrimos en sus diarios, cartas o biografías y poco festejado, casi olvidado, cien años después de su muerte.
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