Siete años desde que hicimos el trabajo de Memoria de nuestros pueblos que nos publicó el Aula de Patrimonio de la Universidad de Cantabria. Y ya no quedaban niños en Saja. Reclutamos escolares de todos los pueblos del Valle, y conseguimos un autobús, durante varios fines de semana del otoño: entrevistaron a los mayores, grabando conversaciones y canciones, rememoramos juegos, recogimos fotos de época, escribimos y dibujamos Presentamos el trabajo en una fiesta en la escuela, (si ahora que no hay niños hay escuela, y columpios en el rincón del río....) un audiovisual con música regalamos el libro a todos los vecinos, tomamos blancos y pinchos generosos y recordamos a los que ya no estaban... puf, desde la publicación nos faltan algunos de los más conversadores como Ramón, Tinín, Luís y otros y otras que participaron menos....
Mientras estamos bien parece que vivimos en un presente continuo, pero no... cuando hacemos lista de los que faltan vemos el despoblamiento al que están condenados nuestros pueblos de montaña Y lo malo es que no hay relevo. Gracias que todavía los hijos que viven fuera llevan Saja en su corazón. Más difícil será que puedan trasmitir ese sentimiento a sus propios hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario