En Terceira- Açores

Una semana de excursiones por una naturaleza exuberante, Terceira como el resto de las Azores, volcánica, verde verdísima, muy húmeda, con muchas iglesias, conventos, fuertes e imperios, ahora pintaditos para las fiestas del Espíritu Santo, con un tamaño abarcable que te hace sentirte en isla, tanto si vas a pie como en bus o coche (se ven pocas bicis, ya que hay muchas cuestas) tranquilidad, buena comida, simpatía, con muchas, muchas vacas que pastan sin estabular y las ordeñan en los prados.Los millones de hortensias que tiñen la isla de morado aún no estaban en flor esta primavera... 

Impresionante la Gruta de Natal y Algar do Carvao y preciosa la capital Angra, patrimonio de la Humanidad desde el 83, reconstruida como una patena después del terremoto del 80.Y asistimos al encuentro de todas las corales de la isla.... Y los carteles en cerámica tan atractivos, destilan homenaje y amor a sus gentes destacadas, a sus poetas... los murales y también las pinturas que los navegantes dejan en el muelle para espantar los malos vientos del regreso, como nosotros cuando pintamos en el muelle de Horta en aquel atraque que hicimos en el 92. Recuerdo que era el Día Mundial de la Alimentación y todos los escolares de Faial se habían dado cita en la ciudad y lucían disfraces hechos de envases de leche y de otros productos. Ahora en Angra, pocos yates pero atractivos con aspecto de "navegantes solitarios" (un yate sueco, uno de Finlandia, uno de Canadá con varios tripulantes) sin prisas para partir.

Ha sido un viaje precioso, con partida y vuelta a Lisboa, esa capital-pueblo con comercios de otra época y tascas de decenas de años. Con sus parques, museos y sus buenas librerías, con un deterioro "in crescendo", cada vez más suciedad y más pintorrajeos. No hemos visto ni a un operario colocando los cientos de adoquinitos sueltos. Las colillas de cigarros rellenan a miles los intersticios entre las piedras. Las escadinhas do  castelo (para subir a  nuestro alojamiento en lo alto de la ciudad, "el ninho das aguias") llenas de plásticos y botellas y no solo del fin de semana, pero al mismo tiempo, chiringos de teatro alternativo, centros culturales, casas del  pueblo.. todo eso que nos indica que la población está viva.