AMOR AL ARTE

Siempre emociona leer una novela que sin dejar de enganchar por el argumento interesante y bien construido, parezca un ensayo por su rigor. Una novela que estimule a tomar notas e ir comprobando/ampliando datos, recordando lo que ya sabes o creías saber y descubriendo hechos de los que no tenias ni idea. Con “Amor al arte” de Tània Juste, he tenido presentes a mis amigas historiadoras del arte, profesoras en el apasionante oficio de comunicar sus saberes a los que quieren aprender. La autora nos presentó su obra en la librería Lluna, nos dijo que la había escrito simultáneamente en catalán y en castellano. Pienso que me hubiera gustado más conocerla después de haber leído su libro (o alguno de los anteriores, ahora los buscaré…) al igual que me suele gustar leer los prólogos cuando he terminado y no antes de comenzar una obra. Me gusta constatar las opiniones de otros cuando ya he tenido la mía digerida, y no que me canten las alabanzas (casi siempre los prólogos están hechos por personajes muy cercanos, admiradores del autor…) antes de tiempo. Aunque Tània es mucho más joven que yo, nos sitúa a la protagonista en los primeros 70, cuando también nosotros teníamos 20 años, así que el entorno social, político etc. del momento nos es completamente conocido, aquella efervescencia debida no solo a las circunstancias sino también a nuestras hormonas… todavía resultará mucho más cercano para los que vivieron i /o estudiaron en Barcelona. Con todo es muy próximo, el modelo de ciudad, las modas, los problemas de aquella década fueron comunes en todas las ciudades. Su actividad y su pasión llevan a la protagonista a descubrir y admirar a los artistas de principios de siglo XX, en Paris... como no podía ser de otra manera cuando se habla de pintura, y de su mano constatamos de nuevo los nombres de las grandes olvidadas, y reparamos desde ya, con la posibilidad que hoy tenemos de visionar todos los cuadros en el teléfono de nuestro bolsillo, la obra de Lluïsa Vidal, de Pepita Teixidor, de Marie Laurencin, de mi admiradísima compatriota Maria Blanchard… De las “consortes” de los grandes pintores, parejas de Delaunay, de Modiggliani… del final trágico de Jeanne Hébuterne, de las compañeras de Diego de Rivera anteriores a Frida, de la valentísima Angelina Beloff… de las muchas parejas de Pablo Picasso… Y me ha servido también para volver a buscar información y refrescar las “Cartas a un joven poeta” de Rilke, para descubrir que el gran Jean Cocteau además de escritor dibujaba admirablemente bien, para recordar a Hemingway y quitar el polvo a los libros que tenemos de él y que hace décadas no hojeamos… y de nuevo Juan Gris, y Picasso, el gran Picasso… Como un dios de la pintura que este verano ha ocupado el Centro Botín y que al pasar por Zaragoza volvimos a tener la estupenda oportunidad de ver casi todos los grabados de la Suit Volard…. Y no solo los dos que nos han acompañado en nuestra habitación del último otoño. Novela para disfrutar y para aprender. Para hablar de ella, para prestar a los amigos, para proponer en un club de lectura... y todo "por amor al arte".


No hay comentarios: