CADA DIA UNA ANÉCDOTA: "escribiendo se entiende la gente "

El caso era que quería ingresar cien euros para el proyecto de la digitalización del archivo de toda la otra de Ramón. La cuenta era de la Caixa y como ahora ya no tengo libreta de esta entidad  preparé el dinero en metálico y fui al cajero. El de mi pueblo tenia cola y paré en uno camino de Palma.

Ya había hecho algún ingreso en metálico para el Casal Solidario de Pòrtol y para mi hermana  Cruz, así que en principio iba con la seguridad de que no era la primera vez que lo usaba y que lo sabría hacer funcionar.

En la pantalla elegí ingresar sin sobre. Puse concepto, cantidad y cuando me dijo meter los billetes en horizontal, elegí justo la ranura que pone billetes. Y  noté que no los absorbía, entonces ayudé empujándolos un poco y subieron como en vertical,  inmediatamente detrás de la carcasa de metal de la máquina, como asomaban un cm  empujé hasta que desaparecieron

De la pantalla se fue todo, sin decir anulado, ni operación en marcha cancelada o algo…. Entré para la oficina y dije “la máquina se ha tragado los billetes y no me dice nada”…. Miraron por detrás, no vieron nada y la señorita me dijo que hasta las 14h no podrían saber donde habrían ido los cien euros…

Como nadie me llamaba, a las 14h y un cuarto pasé con la bici. “Te dije a las dos y media” ahh! pues perdón, “vete tranquila que te llamamos”…. Y si, si llamaron para decir que no aparecían y que el lunes llamarían al técnico para que desarmase la máquina….

Fui al cine y al salir como estaba intranquila, pasé por el cajero, camino de casa.

Metí el dedo meñique con dificultad, donde yo había visto que se colocaban los billetes, me parecía tocarlos y después de medio minuto conseguí sacar uno. Me peleé hasta recuperar el segundo y tan contenta me fui para casa.

El sábado pensé que debía de ponerles una carta para que la encontraran al abrir el lunes por la mañana y evitaran llamar al técnico. Me molesté en ir, la  puerta exterior estaba cerrada, como queda un cajero con acceso desde la calle, pensé que lo hacen así para que nadie pueda pernoctar entre las dos puertas… eché el sobre por debajo y son fuerza, dirigido a la Sra Directora.

Pasó la mañana del lunes sin una llamada, así que al irme para casa hacia las 14h paré a preguntar. La directora negó haber recibido mi nota. El técnico naturalmente no había encontrado nada. Le pedí ayuda para hacer el ingreso y explicarle lo que me había pasado. Efectivamente metí los billetes por la ranura destinada a recibir y no a ingresar. El fallo fue mío, a ver la palabra billetes allí fui.

Terminada la operación no dimos a "recibir tiquet" del ingreso y como ya debía de querer perderme de vista dijo, a ver si te lo puedo recuperar y mientras entró, miro la papelera adjunta y encima de todo MI CARTA. Si es cierto que no la vio mal, si me mintió peor y en cualquier caso no manifestó ilusión por quedársela o al menos leerla así que, aquí la tengo de recuerdo. Claro que ya sé que no son maneras de comunicarse ni con la administración ni con entidades serias, que pena!




1 comentario:

Toni dijo...

Me parto ... por eso quieren quitar oficinas para no tener experiencias de ese tipo.